Estábamos en la escuela canina, entrenando a Morita con la instructora de perros, era un día normal! De pronto aparece el marido y dice: “Hizo erupción el Puyehue, todos a sus casas y a escuchar la radio!”... así que subimos al auto y nos fuimos volando a buscar a los chiquitos que estaban en lo de los abuelos y al supermercado a comprar agua, velas, pilas y comida para pasar unos días encerrados.
Al rato el sol se tapó y el cielo se oscureció. Al llegar a casa ya encontré las primeras piedritas blancas sobre el deck. Después siguieron cayendo, como granizo, durante toda la noche. Caían desde las canaletas del techo como en un chorro y formaban médanos en el suelo.
También empezaron los truenos... fueron constantes, toda la noche, acompañados de temblores que sacudían todo. Y por supuesto, no pegué un ojo hasta las 5 de la mañana que se espaciaron un poco.
Ahora miro por la ventana y no puedo creer lo que se ve… el bosque está gris, los caballos de enfrente están cubiertos de arena y ceniza pegada al pelaje, y por supuesto no encuentran qué comer porque todo está tapado, los árboles están cargados de arena y tienen las ramas dobladas hasta el piso, esto es increíble… todo se ve gris, no hay colores!!
Esta fue la descripción de lo que sucedía en Villa La Angostura entre el 4 y el 5 de junio de 2011 contada por mi hija, una de sus protagonistas, la mañana del día 5.
Muchos de los que estábamos lejos nos enteramos por los noticieros y desesperábamos por tener más información, por saber exactamente lo que ocurría, por tratar de ayudar. Otros tardaron mucho tiempo en dimensionar el drama y algunos ni siquiera hoy, casi un año después, saben en qué medida cambió la vida de la gente de Villa La Angostura a partir de la erupción del Puyehue.
La forma en que los angosturenses lucharon y siguen luchando para revertir la situación al día 3 de junio de 2011 es algo que creo que no tiene antecedentes, y es a través de estas líneas que les quiero hacer un público reconocimiento. Ante semejante desastre natural, se secaron las lágrimas, se calzaron guantes y botas, se arremangaron, y en 6 meses lograron que el pueblo y los jardines volvieran a lucir como si nada hubiese pasado.
Pero ya me estoy adelantando! Todavía queda mucho por mostrar o contar del desastre que produjo el volcán.
Cenizas en el paraíso es uno de los títulos utilizados por el Diario Andino Digital (http://www.diarioandino.com.ar), el día 10 de junio de 2011.
Esta fue la descripción de lo que sucedía en Villa La Angostura entre el 4 y el 5 de junio de 2011 contada por mi hija, una de sus protagonistas, la mañana del día 5.
Muchos de los que estábamos lejos nos enteramos por los noticieros y desesperábamos por tener más información, por saber exactamente lo que ocurría, por tratar de ayudar. Otros tardaron mucho tiempo en dimensionar el drama y algunos ni siquiera hoy, casi un año después, saben en qué medida cambió la vida de la gente de Villa La Angostura a partir de la erupción del Puyehue.
La forma en que los angosturenses lucharon y siguen luchando para revertir la situación al día 3 de junio de 2011 es algo que creo que no tiene antecedentes, y es a través de estas líneas que les quiero hacer un público reconocimiento. Ante semejante desastre natural, se secaron las lágrimas, se calzaron guantes y botas, se arremangaron, y en 6 meses lograron que el pueblo y los jardines volvieran a lucir como si nada hubiese pasado.
Pero ya me estoy adelantando! Todavía queda mucho por mostrar o contar del desastre que produjo el volcán.
Cenizas en el paraíso es uno de los títulos utilizados por el Diario Andino Digital (http://www.diarioandino.com.ar), el día 10 de junio de 2011.
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| Antes del 5 de junio de 2011 |
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| El 5 de junio de 2011 |
¿Recuerdan ustedes qué estaban haciendo cuando se enteraron de la erupción del Volcán Puyehue?
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