Debe ser porque vuelvo a estar más horas adentro, y porque los días grises hay que alegrarlos con algo así que dedico mucho tiempo a las manualidades que me llenan el alma. Esta vez decidí encarar algo que tenía relegado hace tiempo: un buen espejo para uno de los cuartos con un sencillo marco de madera.
En estos cuatro pasos muy simples logré lo que me había propuesto:
1 - Pinté la base con aerosol de tres colores otoñales: amarillo, verde musgo y rojo.
3 - Nuevamente pinté con aerosol, esta vez con un color claro, y retiré con mucho cuidado las hojas antes de que se secara la pintura.
4 - Lo barnicé y le coloqué un buen espejo!
Listo!
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