Hace un año Villa La
Angostura era un caos… por donde se mirara había montañas de arena volcánica:
en la calle, en los jardines, en los terrenos libres, en los senderos turísticos. Los árboles y las plantas
habían perdido su color, la visibilidad estaba reducida por ceniza, la gente casi no circulaba por las calles, pasear y disfrutar de la naturaleza eran un imposible!
Estamos en el mes de julio,
un año después, y casi no se pueden ver rastros de esa triste situación…
Hoy el
paisaje es el típico de una aldea de montaña en pleno invierno. Los temas de conversación en las reuniones sociales, que hace un año se centraban en la mejor marca de antiparras o barbijos, en manera de evitar la arena dentro de las casas, el mejor producto de limpieza para atrapar el polvo de los muebles, la falta de agua potable, la limpieza de los jardines y el potencial daño sufrido por las plantas y el césped, han pasado a la historia.
Si, y los turistas se enteraron de este resurgir y volvieron!!
Así se muestra hoy la naturaleza en Villa La Angostura: